Viernes Santo
Cuando llegó la hora sexta (mediodía), hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena (3 p.m.). Y a la hora novena (3 p.m.) Jesús exclamó con fuerte voz: “Eloi, Eloi, ¿lema sabactani?” que traducido significa, “Dios mio, Dios mio, ¿por que Me has abandonado?”
Algunos de los que estaban allí, al oírlo, decían: “Miren, está llamando a Elías.”
Entonces uno corrió y empapó una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, dio a Jesús a beber, diciendo: “Dejen, veamos si Elías Lo viene a bajar.”
Pero Jesús, dando un fuerte grito, expiró.
Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
Viendo el centurión que estaba frente a El, la manera en que expiró, dijo: “En verdad este hombre era Hijo de Dios.”
El Viernes Santo es, fundamentalmente, un día de duelo durante el cual se recuerda la crucifixión de Jesucristo en el Calvario, quien se sacrifica para salvar del pecado a la humanidad y darle la vida eterna. De allí que la cruz se haya tomado como el símbolo de la gloria para la adoración de los cristianos. Este día, la Iglesia católica manda a sus fieles, como penitencia, a guardar ayuno y abstinencia de carne. Tampoco se celebra la eucaristía, sino la liturgia de la Pasión del Señor.