Reflexiones del 18 al 22 de Febrero


La justicia social en el mundo actual

El mundo ha cambiado drásticamente. Ya no vivimos en un mundo deshabitado, con relativamente pocos seres humanos con sus utensilios. Ahora vivimos en la "era del Antropoceno", en un mundo de abundancia; en una era en la que la actividad humana está alterando drásticamente sus sistemas ecológicos de subsistencia. Nuestros conceptos y modelos económicos tradicionales fueron desarrollados en un mundo ""vacío". Si queremos crear una prosperidad sostenible, si buscamos "mejorar el bienestar humano y la equidad social, reduciendo significativamente los riesgos ambientales y la escasez ecológica", vamos a necesitar una nueva visión de la economía y su relación con el resto del mundo, una visión que se adapte mejor a las nuevas condiciones a las que nos enfrentamos.

Vamos a necesitar una economía que respete los límites del planeta, que reanude la dependencia del bienestar humano con las relaciones sociales y la justicia, y que reconozca que el objetivo final es el bienestar humano real y sostenible, no solo el crecimiento del consumo material.

La nueva visión reconoce que la economía está integrada en una sociedad y una cultura que a su vez están integradas en un sistema ecológico vital, y que la economía no puede crecer para siempre en este planeta finito.

La celebración del Día Mundial de la Justicia Social busca apoyar la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social para todos.

La justicia social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera, dentro los países y entre ellos. Para las Naciones Unidas, la búsqueda de la justicia social universal representa el núcleo de su misión en la promoción del desarrollo y la dignidad humana.

La adopción por la  Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo sobre la justicia social para una globalización equitativa es un buen ejemplo de este compromiso. La Declaración se centra en garantizar resultados equitativos para todos a través del empleo, la protección social, el diálogo social, y los principios y derechos fundamentales en el trabajo.

El logro de esta justicia social está también estrechamente vinculado con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles.
Si quieres paz y desarrollo, trabaja por la justicia social

La justicia social es un principio subyacente para la coexistencia pacífica y próspera entre las naciones.

La OIT estima que en la actualidad alrededor de 2000 millones de personas viven en situaciones difíciles y están afectadas por conflictos, de las cuales más de 400 millones tienen entre 15 y 29 años.

La creación de empleo de mayor calidad y un mejor acceso al trabajo para el 40 por ciento de los más desfavorecidos podría significar un aumento de los ingresos y contribuir a que las sociedades estuviesen más cohesionadas y fueran más equitativas. Por este motivo, son importantes para prevenir conflictos violentos y abordar los desafíos posteriores al conflicto.





Puede que un abrazo no tenga la solución al problema que nos ocurre, que ni aleje o haga desaparecer lo que nos rodea, pero su magia recompone nuestras heridas, no alivia y transmite que más allá de lo ocurrido, hay alguien que nos quiere y se preocupa por nosotros. Porque un abrazo sincero es amar en toda regla.

Abrazar es acariciar el alma de la otra persona y proporcionarle un refugio entre nuestros brazos. Un gesto pequeño pero repleto de sentimientos que cura y recompone a nivel emocional. Abrazar es hablar el lenguaje del corazón.



El abrazo es un excelente medio de comunicación que no necesita ser hablado ni expresado a través de las palabras. Pero, más allá de todas estas definiciones teóricas ¿alguna vez hemos pensado todo lo que conlleva un abrazo? Es decir, ¿cómo sentimos los abrazos y qué repercusiones tienen sobre nosotros?

Si hacemos memoria y echamos manos de nuestros recuerdos, seguro que encontraremos numerosas situaciones que dibujan una sonrisa al rememorarlas en las que un abrazo fue suficiente como consuelo, acto de cariño o respuesta a algo que necesitábamos; incluso también como un regalo de nuestros seres queridos. Los abrazos son momentos repletos de Felicidad capaces de emocionar hasta al corazón más duro porque tienen el poder de traspasar corazas.

“Se dice que cada vez que abrazamos a alguien con gusto, ganamos un día de vida.”

-Paulo Coelho-

Los abrazos que quedan - Maldita Nerea



Sale corriendo y tú no la ves.
La vida no espera.
Y deja escrito en algún papel:
Que no, que no se apaguen las velas.
Yo ya hace tiempo que perdoné, y los besos me llevan.
Me van diciendo que tengo que volver
a los abrazos que quedan.
Y todo cambiará, si quieres.
Mi vida, cambiará, si quieres.
Ya lo entendí la primera vez.
Y dime si ves cómo se ha detenido el tiempo.
Y que aquí cada segundo es cierto.
Y es un sí.
No puede no llegar.
Fue volando hasta hacerse nuestro.
Y ¿ves? Eres lo que he querido y tengo.
Se va corriendo y tú no la ves, si el miedo te llega.
Y deja escrito en una pared que no, que nada vale la pena.
Yo ya hace tiempo que lo dejé, y los besos me llevan
y me recuerdan que tengo que volver a los abrazos que quedan.
Y todo cambiará, si quieres...
Y ¿ves?, se va haciendo destino el verso.
Sale corriendo y tú no la ves.
Y el miedo te llega para decirte que tienes que volver
a los abrazos que quedan.
Y dime si ves cómo se ha detenido el tiempo y que
Aquí cada segundo es cierto.
Y es un sí.
No puede no llegar.
Fue volando hasta hacerse nuestro.
Y ¿ves?, eres lo que he querido y tengo

Un corazón auténtico hace que las manos acojan 
(acoger)

Lo que más os ha gustado.