Reflexiones del 08 al 11 de Abril



7 de abril, Día Mundial de la Salud: Cobertura sanitaria universal, ¿reto alcanzable o utopía?

Este año la OMS dedica el 7 de abril, Día Mundial de la Salud, a la cobertura sanitaria universal. Tal y como lo describe la propia organización, se trata de “asegurar que todas las personas reciben los servicios sanitarios que necesitan”, pero añadiéndole la cuestión primordial de “sin tener que pasar penurias financieras para pagarlos”. La institución remarca que no se trata únicamente de la atención sanitaria y la financiación del sistema de salud de un país, sino que de una manera integral abarca todos los componentes: los sistemas y los dispensadores de atención de salud que prestan servicios sanitarios a las personas, los centros de salud y las redes de comunicaciones, las tecnologías sanitarias, los sistemas de información, los mecanismos de garantía de la calidad, la gobernanza y la legislación.

Era un miércoles, concretamente el 12 de septiembre de 1962, cuando John Fitzgerald Kennedy pronunció en la Rice University de Houston uno de sus discursos más impactantes, determinante no sólo para su trayectoria como presidente de EEUU sino para el conjunto de la humanidad. Ese día dijo aquello de “elegimos ir a la Luna, no porque sea fácil, sino porque es difícil”, y garantizó que el hombre estaría allí antes de terminar la década. Aquello sonó a imposible, a ciencia ficción, pero menos de siete años después, el 21 de julio de 1969, Neil Armstrong dejaba su huella en el satélite. Casi 56 años después, en 2018, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, daba un discurso con motivo de su primer aniversario al frente de la institución, uno infinitamente más modesto en comparación con el de Kennedy pero preñado del mismo espíritu: las cosas en salud no son fáciles, pero por eso precisamente hay que hacerlas. Y también puso unos plazos que parecen inasumibles: si entonces eran para alcanzar el sueño de la Luna, ahora son para conseguir el gran sueño de la humanidad en materia sanitaria, que no es otro que la cobertura sanitaria universal (CSU).

“Nuestros fundadores no se propusieron introducir mejoras modestas en la salud. Imaginaron un mundo en el que todos gozaran del grado máximo de salud que se pueda lograr, que consideraron un derecho fundamental de todo ser humano. Seguimos sus pasos cuando afirmamos que no nos conformaremos con un mundo en el que la diferencia de esperanza de vida entre algunos países puede ser de 33 años”, señaló en su intervención el director general de la OMS. La única vía, para conseguir esto, insistió, es la cobertura sanitaria universal, algo que continua sonando a imposible, a ciencia ficción, pero por lo que miles de personas siguen luchando día a día.

Por este motivo, este año la OMS dedica el 7 de abril, Día Mundial de la Salud, a la cobertura sanitaria universal, un objetivo para el que se mantiene un duro pulso con el reloj. Si para el proyecto espacial la humanidad se autoimpuso menos de una década, ahora se ha dado más tiempo, hasta 2030, pero aún así parece un desafío demasiado grande, un reto imposible. Pese a todo, el propio director general de la OMS cree que “nunca hemos estado tan cerca de lograr nuestros objetivos como lo estamos ahora”, e insiste, una y otra vez, en que la “cobertura sanitaria universal es viable”.

La Organización Mundial de la Salud aporta más datos que no dibujan un panorama precisamente esperanzador, como que 13 millones de personas mueren cada año antes de los 70 años por enfermedades cardiovasculares, respiratorias crónicas, diabetes y cáncer, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos. O que todos los días en 2016 murieron 15.000 niños antes de cumplir los 5 años. Pero hay más. Al menos 400 millones de personas no tienen acceso a servicios de salud públicos, y el 40 por ciento de las personas en el mundo carece de protección social. Más de 1.600 millones de personas viven en ambientes frágiles donde las crisis prolongadas, combinadas con una débil capacidad nacional de brindar servicios de salud básicos, presentan un desafío significativo para la salud global. Y, por aportar un último dato, a finales de 2017 había 15 millones de personas con VIH que no habían tenido acceso a terapia antirretroviral.

“Demasiadas personas todavía están muriendo de enfermedades prevenibles, demasiadas personas están siendo empujadas a la pobreza para pagar la atención médica de su salud”, admite el director general de la OMS. “Esto es inaceptable”, reconocía en un artículo co-firmado con el presidente del Banco Mundial hasta el pasado 1 de febrero, Jim Yong Kim, como prefacio al informe de situación de 2017. Los datos del estudio, admitían ambos dirigentes, “ponen de manifiesto grandes carencias”, aunque a la vez subrayaban que “lo que nos da esperanza es que los países de todo el espectro de ingresos están avanzando hacia la CSU, con el convencimiento de que es lo correcto y acertado”. “Todos tenemos que ser mucho más ambiciosos”, insistían, para concluir que “la tarea no es fácil, pero es posible. Estamos dispuestos a hacerla realidad”.


Si podían hacer que la gente sintiera compasión por algo tan pequeño e insignificante como un
pequeño diente de león, quizás podrían hacer que las personas hicieran más cosas por sus congéneres.


Hemos recorrido un largo camino en este tiempo de Cuaresma, hemos reflexionado sobre el perdón, nos hemos esforzado en mejorar nuestra manera de trabajar, hemos procurado pensar más en los demás y, sobre todo hemos pensado en el camino de Jesús.
Este domingo de Ramos, nos desearemos unos a otros un buen encuentro con Jesús. Celebraremos que hace muchos años llegó a Jerusalén y que la gente lo esperaba con palmas y ramas de laurel en las manos para darle la bienvenida.



Quizás ya es hora de compartir este pan que hemos amasado durante estos días. ¡Toca ponerse manos a la obra! Durante esta semana haremos lo posible para compartir y compartirnos: ¡lo que tenemos y lo que somos! Podemos incluso registrarlo en nuestra agenda y cada vez que actuemos bien, lo escribiremos para recordarlo.



God knows what is hiding in those weak and drunken hearts
I guess you kissed the girls and made them cry
Those Hardfaced Queens of misadventure
God knows what is hiding in those weak and sunken eyes
A Fiery throng of muted angels
Giving love but getting nothing back
People help the people
And if your homesick, give me your hand and I'll hold it
People help the people
And nothing will drag you down
Oh and if I had a brain, Oh and if I had a brain
I'd be cold as a stone and rich as the fool
That turned all those good hearts away
God knows what is hiding in this world of little consequence
Behind the tears, inside the lies
A thousand slowly dying sunsets
God knows what is hiding in those weak and drunken hearts
I guess the loneliness came knocking
No one needs to be alone, oh save me
People help the people
And if your homesick, give me your hand and I'll hold it
People help the people
Nothing will drag you down
Oh and if I had a brain, Oh and if I had a brain
I'd be cold as a stone and rich as the fool
That turned, all those good hearts away
People help the people
And if your homesick, give me your hand and I'll hold it
People help the people
Nothing will drag you down
Oh and if I had a brain, Oh and if I had a brain
I'd be cold as a stone and rich as the fool
That turned all those good hearts away.

Un corazón auténtico hace que las manos sirvan (servir)

Lo que más os ha gustado.